Arquitectura – Urbanismo

La Arquitectura es la convergencia entre el arte y la ciencia, de modo que es la capacidad de moldear a la comunidad por medio de lo construido y el urbanismo es el medio de expresión de la misma.

Construir y diseñar la ciudad van de la mano pues habitar se da en lo íntimo y en lo publico, somos seres sociales y convivimos en un espacio compartido, bien sea en la ciudad o el campo.


San Andrés y providencia, tienen ahora una gran oportunidad para renacer más fuertes.

Si bien es cierto una catástrofe ambiental no es algo que esperemos vivir, incluso es algo para lo cual no nos preparamos, sin embargo, es algo prevenible e incluso mitigable desde la perspectiva del riesgo y de la cultura.

Frente a los eventos naturales que han afectado a nuestro territorio, como Colombianos siempre hemos reconstruido nuestras comunidades con lazos más fuertes y especialmente con una identidad basada en esa herida sufrida, somos más fuertes y por ende diferentes a lo que un día fue nuestra historia y lo que hizo cada evento para llevarnos a ver un nuevo futuro con mayores oportunidades.

San Andrés y Providencia han destacado en los medios de comunicación mostrando a su gente aunque sufrida por lo vivido, agradecida por su vida, sus familias y la ayuda recibida, pues más allá de lo material han mostrado estar agradecidos por poder contar con la posibilidad de renacer.

Es adecuado entonces, orientar esa reconstrucción hacia una arquitectura sostenible, que haga un uso efectivo de materiales que soporten a los embates de la naturaleza, con propuestas volumétricas orientadas a la resistencia de huracanes, con un ordenamiento territorial que permita mitigar el riesgo frente a la localización de los diferentes asentamientos.

Ahora bien, desde el riesgo es necesaria la evaluación del daño causado por los materiales desprendidos de cada evento adverso, y es evidente que estos materiales pueden llegar a ser letales por diversos factores asociados al desastre natural del que hagan parte, tejados, vidrios, muebles y enseres, plantas y árboles caídos y muchos más, es adecuado lograr que estos materiales tengan el menor impacto posible.

La reconstrucción de la comunidad puede ser orientada a la generación de pequeñas villas o aldeas en lugar de asentamientos densamente poblados.

Las viviendas pueden considerar ser construidas con formas sinuosas y volúmenes geodésicos.

El entorno rural y el espacio público debe darle paso a las estructuras ecológicas consolidadas, con un mayor número de árboles y arbustos, no solo para un mejor paisajismo sino también para contribuir al efecto climático en cada una de las calles y espacios de permanencia.

Con esto se puede potenciar el turismo desde una mirada más profunda que el mismo descanso y placer que se puede encontrar en la isla; es momento de potenciar el turismo comunitario donde las personas tengan además de la oportunidad de admirar las playas y paisajes submarinos la posibilidad de poder participar de la reconstrucción de la isla por medio de intercambio de conocimientos y experiencias, donde las comunidades nativas puedan recibir el apoyo de expertos que contribuyan a mejores prácticas ambientales, de construcción y con un alto valor comunitario como Colombianos.

Es momento de hacer de San Andrés, Providencia y Santa Catalina un terrritorio más Colombiano que nunca.

Reconstrucción para mejorar

Recientemente he vuelto al camino del diseño arquitectónico, pues he dedicado gran parte de mi experiencia al diseño urbano y a la gestión de proyectos de éste carácter y hay ocasiones en que hace falta retomar ese origen del amor por la arquitectura, el cual va más allá de la generación de un espacio particular y avanza en el interés del diseño urbano desde lo comunitario donde he podido más que diseñar espacios, he logrado acercar a las personas a ese lugar creado.

Retomando el diseño.

La sostenibilidad al tratarse de un concepto global implica en si misma a la humanidad en sus eras y de cómo está debe garantizar en el hoy y ahora la disponibilidad de recursos para las generaciones futuras, de modos que no es un asunto político, sino que es un asunto de interés de la humanidad y como tal esa universalidad exige que sea abordada desde todos los principios que la componen de manera integral.

1. Equidad Social: en función de la humanidad es necesario que la sostenibilidad busque la mejora de la calidad de vida de las personas en su conjunto poblacional con procura de la cohesión social. Especialmente en el espacio publico como lugar de intercambio donde es necesario implementar de manera efectiva aspectos relevantes para la mejora de la calidad de vida.

2. Participación y acceso a la información: Toda decisión y objetivo propuesto por la humanidad debe partir del consenso general. Prima sobre estos acuerdos el bien general del medio ambiente y la naturaleza de modo que es necesario considerar todo impacto social, económico, cultural desde la planeación territorial, urbana, local o regional. Con ello buscar la adecuada interacción entre los actores viales, las instituciones y los espacios en los que se desarrollan sus actividades de desplazamiento.

3. Responsabilidad compartida: la cooperación coordinada entre las partes debe ser el fundamento de la asignación de responsabilidades generadas por los procesos que afectan a las personas y el medio ambiente. La participación de las partes debe ser consecuente con la visión global. De modo que las políticas, normas y condiciones generales implementadas para la mejora de la movilidad en las ciudades, así como las relaciones de actores viales en el espacio destinado para su movilización respondan a parámetros generales consecuentes con las necesidades y características de cada lugar, ciudad y territorio.

4. Integración ambiental: es imperativo involucrar la protección del medio ambiente como proceso fundamental del desarrollo del territorio con un enfoque ecológico en las normas y conjuntos de leyes aplicables a dicha protección. Todo proceso debe proponer acciones para hacer un uso racional de los recursos naturales, minimizar la producción de residuos y con ello el riesgo e impacto implícito, debe proponer soluciones ambientales con visión global. Con ello una mayor relación entre los elementos instalados en el espacio publico que proponen un entorno de bienestar para las personas como principal actor vial, así mismo proponen un reto para que las tecnologías necesarias para los medios de transporte sean consecuentes con dicho entorno y con el enfoque ecológico.

5. Precaución y Cautela: en caso de no contar con la plena seguridad de las intervenciones, su carácter e impacto sobre el medio ambiente y la naturaleza, se debe orientar toda decisión hacia la prevención para la protección. De modo que las políticas y acciones institucionales prioricen su intención de intervención frente a la seguridad en la toma de decisiones frente al desarrollo de proyectos de interés general.

6. Prevención: La gestión necesaria y la planificación de los territorios debe responder a los intereses de prevención de daños y de uso irracional de recurso naturales, esta medida es de alto interés. Mas aun frente al drástico cambio climático no solo desde la visión global, sino de los eventos locales que se presentan en los territorios y lugares, esto en función de la movilidad propone que las intervenciones necesarias sean consecuentes primero con el medio ambiente y los recursos antes que con los medios de transporte.

7. Restauración y corrección de daños: es obligatorio corregir o mitigar los impactos causados al medio ambiente y a los recursos naturales tanto locales como globales o de interés patrimonial ecológico con una gestión planificada. Después de todo las acciones necesarias para la mejora de la infraestructura y la movilidad en las ciudades se ha desarrollado buscando satisfacer lo demandado por los vehículos, sin embargo, esta corrección es posible lograr por medio de intervenciones que permitan mitigar y eliminar el daño causado.

8. Conservación del medio rural: es de interés de la humanidad y del medio ambiente garantizar la protección del paisaje rural tanto en los sistemas de cultivo tradicionales, como áreas de pastoreo, estructuras ecológicas formales y áreas de reserva natural o de interés ecológico entre otros. Esta conservación debe responder a la gestión necesaria para preservar la identidad territorial y debe ser consideración de la planificación y gestión territorial y con ello toda consideración de la expansión de las áreas urbanas con el ánimo de mitigar la intensa transformación del paisaje rural. Mas aun cuando un gran porcentaje de Colombia es Rural y por ende los emplazamientos urbanos tienen una gran participación en su área metropolitana, en consecuencia, toda planeación e intervención en la movilidad entre las áreas urbanas y rurales, debe ser consecuente con la generación de relaciones que promuevan esta conservación.

9. Seguimiento y evaluación: Toda gestión, plan, programa o proyecto debe ser medido y controlado para verificar el cumplimento de los objetivos propuestos en cada uno. Este seguimiento y evaluación debe considerar el establecimiento de indicadores y mecanismos de participación de todos los actores o partes interesadas en el desarrollo de cada uno. Al fin y al cabo la intervención de la movilidad en el territorio y el establecimiento de relaciones urbanas a partir de la infraestructura, ejes y componentes viales responden a las dinámicas sociales y culturales que se dan en el tiempo y no por la orientación política de los gobernantes y sus periodos de ejercicio, de manera que prevalezcan las acciones hechas en el territorio y cesen los intereses políticos temporales.

Principios universales de la sostenibilidad orientados a la movilidad